Título: La última página de tu vida.
Número de poema: XXXII
Autora: Akasha Valentine.
Fecha de publicación: 22/04/2012
Poemas Inéditos de Akasha Valentine © 2012.
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LA ÚLTIMA PÁGINA DE TU VIDA DE AKASHA VALENTINE

Por favor, tiempo, por favor, dame sólo un instante más en mi vida para hacer esa llamada que un día dejé pendiente en los oídos de quien me la pidió, para tener la fortaleza necesaria de no derrumbarme sobre la mesa antes de que mi voz se quiebre y mis vocales y consonantes se callen para siempre con un murmullo convertido en un susurro ahogado por el silencio. Que la sorpresa no abata demasiado deprisa a mi oyente, que no lo apuñale en el corazón cuando le diga: “Esta será tu última conversación conmigo”. Dame fuerzas para no tener que verter más lágrimas por las personas a las que repentinamente tengo que decir adiós, y guarda para mí, si así fuera posible, algunas gotas de rocío que imiten a mi pena para que así las pueda dejar caer en la arena o en el mar, en el cielo o en mi hogar. Tiempo, sólo te pido unos segundos más para sentir el cálido confort que produce coger la mano de un amigo cercano y fingir con dulces palabras en la boca que todo irá bien a partir de aquí, que no de ha de preocuparse aunque yo ya no siga a su lado para decírselo tantas veces como las necesite oír. Sé que cuando escriba la última línea de mi vida, y ponga el punto y final a mi obra maestra, todos sentirán emociones diferentes: algunos expresarán confusión, otros ira, algunos pena, y mis seres más queridos una profunda soledad que nada les hará ver más allá del día que marcaron en el calendario como el más trágico de su existencia.

La muerte no creo que sea dolorosa, al menos la mía sé que no lo será, pero lamento profundamente tener que dejar esa espalda amiga sin reconfortar, esas lágrimas sin secar de los ojos de quienes aún con tristeza seguirán llorando por mí sin importar el paso de los años, y habrá personas que deberán enmascarar sus propias emociones para ayudar a los demás a superar su propio duelo. Tener que decir adiós nunca fue tan difícil como ahora, porque uno utiliza a menudo esta palabra sin pararse a pensar en la importancia de su significado, y ahora que será lo último que diga. Creo que nunca debí haberla empleado tantas veces en mi boca y de forma tan ligera. Tiempo es lo único que no me sobra, y a veces en mi vida pensaba que era lo único que nunca me faltaría; yo quisiera, antes de que el aliento se vuelva sólo una palabra en el vocabulario de otra persona, agradecer a quienes estuvieron a mi lado siempre, aunque seguramente sólo llegué a contarlos con los dedos de una sola mano. ¡Ay! ¿Qué será de mí ahora? Pues la fría muerte ya me toca, y noto como mi corazón poco a poco se desmonta hasta llegar a apagarse.

- FIN-

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