¿Es usted un demonio? Soy un hombre. Y por lo tanto tengo dentro de mí todos los demonios. Gilbert Keith Chesterton, escritor británico.

Hola a todos los lectores. Muchos os sorprenderéis de ver este enorme proyecto titulado: “La huella del asesino”. Bien, me gustaría, antes de empezar con el reportaje que a continuación leeréis, contaros cómo nació este proyecto, por qué lo he creado y qué fin tiene.

Comenzaré contándoos un poco sobre mí, y qué me impulsó a trabajar en “La huella del asesino”. La primera vez que oí en mi vida lo que era un asesino en serie fue cuando era sólo una niña. No tendría más de cinco o seis años, aunque no lo recuerdo con exactitud. Pero sí que me acuerdo de mi vieja televisión, cuando sólo había dos canales y disfrutaba acurrucada en el sofá de mi casa mientras mi madre y yo veíamos aquella vieja tele. Mi padre, por supuesto, dormía, al igual que mis hermanos, pero yo, que era una niña muy curiosa, no quería irme a la cama aunque me cayera de sueño, porque sabía que si me quedaba dormida me perdería las mejores películas que sólo emitían a ciertas horas de la noche, cuando los niños ya dormían.

No recuerdo ni el día, ni la semana, ni el año. Pero en mi mente aún guardo el recuerdo de aquel actor que dio vida a Jack el Destripador(un asesino en serie que vivió en Londres en el año 1888 y asesinó a varias mujeres que ejercían la prostitución en la zona más azotada por la pobreza, el hambre y las enfermedades, Whitechapel).

Nunca me sentí tan fascinada y a la vez tan aterrada. Mi fascinación por aquel ser se convirtió en una obsesión. Quería saber quién era ese hombre, por qué a la policía se le había escapado, qué le llevo a cometer tales atrocidades contra aquellas pobres mujeres que sólo intentaban ganarse la vida con sus cuerpos.

Fue terrible. Aquella película me marcó, porque me hizo darme cuenta de que había gente muy peligrosa que era capaz de cometer actos atroces contra seres humanos. Y fue entonces cuando supe que quería estudiar el comportamiento humano, la mente de los criminales, casos sin resolver... Porque en el fondo sentía que aquellas pobres mujeres se merecían que alguien hubiera hecho justicia.

Cuando me hice mayor, mi mente y mi corazón se dividieron en dos. Por un lado quería ser médico forense o abogada criminalista. Por otro, deseaba con todas mis fuerzas ser escritora. Ya sabéis quién ganó.

Pero ese interés no desapareció. Y mi padre intentó que fuera criminalista durante años. Y creo que aún no se ha rendido, pues siempre me dice: “No seas tonta, es buen trabajo y tendrás un sueldo fijo siempre”. Pero aunque me tentara la idea del trabajo, mi amor por la escritura fue más fuerte. Así que comencé a comprarme libros y a estudiar casos sin resolver y llevo haciéndolo muchos, pero que muchos años.

Hace un año más o menos comencé a trabajar en mi ensayo “Zodiac, el asesino del zodiaco”. Y a su vez, había comenzado a recopilar información de páginas web dedicadas a Jack el destripador, ya que quiero escribir mi propio ensayo sobre él, sin teorías absurdas afirmando que conozco su identidad, ya que es imposible saberla. Aunque muchos digan empecinados que sí se ha descubierto.

Bien, a lo que iba. Durante mucho tiempo he recabado información de todo tipo, desde libros, artículos de prensa, notas, vídeos, etcétera sobre la mente criminal. Y me puse a buscar foros o lugares donde poder charlar y comentar las noticias, libros que he leído o estudiado, pero me di cuenta de que no existía un lugar así.

Sí que es cierto que hay páginas que se dedican a ello. Puedes encontrar webs sobre criminales, enfermedades mentales, libros de estudio, pero están demasiado dispersas y te puedes volver loco buscando. Y fue entonces cuando nació “La huella del asesino”.

Siempre he pensado que si alguien no me da lo que yo busco yo lo crearé. Gracias a Dios, soy una persona a la que no le asustan los retos, así que decidí crearlo y sacarlo yo sola adelante.

“La huella del asesino” se compone ahora mismo de dos partes. Por un lado, tenemos la sección en el foro “La Pluma y la Tinta”, donde estará esta subsección. Y por otro lado, esta el blog de “En la mente del criminal”: http://enlamentedelcriminal.blogspot.com/

El blog llevará un ritmo distinto del la sección del foro, ya que hay que actualizarlo cada menos tiempo, por lo que siempre que haya actualizaciones o notas os avisaré directamente.

Tanto “La huella del asesino” como “En la mente del criminal” tienen como fin documentar, ayudar e informar a las personas. Si alguien desea tomar como referencia algún caso, deberá poner las diversas fuentes de las que lo ha tomado nota, incluyéndome en ella en el caso de que yo haya facilitado o comentando alguna nota que al lector le haya gustado.

Y creo que no me olvido de nada más. Muchas gracias por su tiempo. Y espero que mi trabajo sea de su agrado, lector.

Un saludo.

Akasha Valentine.

Capítulo I: El primer homicidio o asesinato de la historia.

El primer homicidio o asesinato de la historia.

Hola a todos, bienvenidos. Quiero daros las gracias de antemano por el interés mostrado en este proyecto. Antes de comenzar, me gustaría aclarar la diferencia que existe entre homicidio y asesinato.

Homicidio: Muerte causada a una persona por otra. Delito consistente en matar a alguien sin que concurran las circunstancias de alevosía, precio o ensañamiento. (R.A.E)
Asesinato: Matar a alguien con premeditación, alevosía, etc. (R.A.E)

La diferencia que existe entre ambos actos es que un homicidio causa la muerte a una persona de forma involuntaria. Por ejemplo: dos personas se pelean, una le da un golpe a otra y esta se cae al suelo y se golpea la cabeza muriendo al instante. Este caso se considera homicidio, ya que la parte responsable no quería causar la muerte a la victima. Un asesinato es algo muy distinto, ya que es algo premeditado, es decir, que el criminal planifica el hecho de hacer daño a otra persona con el fin de causarle su muerte. Es una circunstancia con agravante y por lo tanto se toma como una responsabilidad criminal, lo que lleva al asesino a pasar más años en la cárcel o a la condena de la pena de muerte.

Bien, retomando el tema: Durante la era paleolítica, es decir, el periodo que comprende la primera edad de piedra, las personas que poblaban la tierra no vivían aún asentadas en comunidades agrícolas o ganaderas. Algunos afirman que es raro que hubiera indicios de violencia entre los seres humanos de la Edad de Piedra, de lo cual discrepo, ya que el hecho de que no se hayan hallado restos, no quiere decir que no se cometieran dichos actos. Además, a esta afirmación le contradicen varios hechos: Se han hallado restos de canibalismo (ingesta de carne de una misma especie) en lugares como Atapuerca o Zhoukoudian... Incluso hoy en día existen tribus que siguen alimentándose de seres humanos.

No cabe duda de que en el paleolítico la gente consumía e ingería carne humana. El debate estaría en si esas personas estaban vivas o muertas en el momento de la ingesta de carne por parte de otros miembros. Si estaban vivas, entonces sería canibalismo, pero si estaban muertas se consideraría necrofagia (que es el acto de comer cadáveres o carroña), que no es lo mismo. Además, se han hallado diversas muestras de restos humanos que indican que la victima o las victimas presentaban diversos traumatismos. Esto no quiere decir que todas ellas fueran asesinadas, ya que en una época en la que había que salir a cazar, eran muy frecuentes las caídas y los golpes, pero eso tampoco quiere decir que alguien no hubiera causado la muerte involuntaria de una persona o el asesinato de varias.

En la cueva de Kebara (Monte Carmelo, Israel), que lleva siendo estudiada desde 1931, se han hallado los restos de un cuerpo humano que tenía clavado una punta de sílex entre la séptima y octava vértebra torácica de su columna dorsal. Como veremos a continuación en la imagen.



Pero estos restos que han hallado datan de entre el 14.500 y el 13.000 a. C. Es decir, que no fue un hombre de Neanderthalquien le provoco la muerte a esta otra persona, sino que fue un Homo sapiens quien lo hizo. Este asesinato u homicidio se sitúa cuando el hombre Homo sapiens aún estaba comenzando a desarrollar la cultura Natufiense (deja de ser un nómada cazador recolector y se establece como agrícola y ganadero).

Los señores Fanny Bocquentin y Ofer Bar-Yosef, de las Universidades de Burdeos y Harvard, han hallado además restos humanos pertenecientes a diecisiete personas que presentan diversos traumatismos y lesiones. El fósil que ha sido analizado por ambos estudiosos dice que la causa de la muerte pudo deberse a la perforación que causo un 'Helwan Lunate', un microlito cuya forma de media luna pudo perforar el pulmón de la víctima e incluso su corazón. La victima era un varón adulto, y fue atacado de cerca. El debate sobre el hallazgo de este cuerpo ha servido para echar más leña al fuego, ya que muchos decían y asumían que la vida del pueblo natufiense era tranquila y apaciguada, por lo que este hallazgo ha provocado un revés en la comunidad científica.



Los restos de la victima.



Lugar donde fue hallado el cuerpo.

Por otro lado he hallado otra fuente de información que a continuación pasare a transcribir. La persona que murió era un hombre mayor, tendría unos 40 o 50 años. Medía 1,67 metros, su cuerpo era robusto y musculado y padecía de artritis.

Este reportaje ha sido escrito por: Akasha Valentine http://www.akashavalentine.com © 2009.
Las fuentes empleadas para escribir este reportaje han sido las siguientes:
Fuentes: http://www.rae.es/rae.html, http://memecio.blogspot.com, http://nidofilosofia.blogspot.com/

Queridos lectores. El blog “En la mente del criminal" (http://enlamentedelcriminal.blogspot.com/) ya esta en marcha. Podéis visitarnos siempre que lo deseéis. Un saludo. Akasha Valentine.

Queridos lectores. Nuevas actualizaciones en el blog “En la mente del criminal" (http://enlamentedelcriminal.blogspot.com/). Podéis visitarnos siempre que lo deseéis. Un saludo. Akasha Valentine.

Capítulo II: Elizabeth Short y el mito de la Dalia Azul/Negra.

¡Advertencia Legal! Este reportaje al igual que las imágenes que en el se incluyen puede herir la sensibilidad del lector. Si es una persona sensible le rogamos que no siga leyendo:

Elizabeth Short y el mito de la Dalia Azul/Negra.



Elizabeth Short nació en Hyde Park, Massachusetts, el 29 de julio de 1924. La infancia de la pequeña Elizabeth Short no fue nada fácil, pues cuanto contaba con tan solo seis años de edad su padreCleo Short la abandono a ella y a sus cuatro hermanas dejándolas al cuidado de su esposa Phoebe Mae. Esto sucedió en octubre de 1930.

Por problemas de salud, Elizabeth Short solía pasar sus veranos en Medford y los inviernos en Florida pues su asma no le permitía vivir de otra forma que no fuera esta.

Cuando Elizabeth cumplió los 19 años de edad, decide trasladarse a vivir a Vallejo, California junto a su padre. Poco tiempo después, padre e hija se trasladan a vivir a Los Ángeles. Pero dicha conviviencia no dura demasiado y a principios de 1943, tras una fuerte discursión, la joven Elizabeth Short abandona a su padre y comienza a vivir su propia vida.

Consiguió un puesto de trabajo en uno de intercambios en el campamento de Cooke (actualmente Base Vandenberg de la Fuerza Aérea), cerca de Lompoc. Posteriormente se trasladó a Santa Bárbara, donde fue detenida el 23 de septiembre de 1943 por beber siendo menor de edad y fue devuelta a Medford por las autoridades juveniles.



Elizabeth Short. Foto de su detención.

Los siguientes años tras su detención los pasó residiendo en distintas ciudades de Florida, aunque solía viajar de forma ocasional a Massachusetts, donde solía trabajar como camarera para así obtener algo de dinero.

En una de esas ciudades de Florida, Elizabeth Short conoció a un hombre llamado Matthew M. Gordon Jr. , quién pertenecía a la Segunda Comandancia Aérea y Capacitación para el Despliegue en el teatro de operaciones CBI (China - Birmania – India).

La pareja se enamoró. Y aquí es donde la historia tiene dos ramificaciones sobre lo que sucedió.

Por un lado, la primera historia habla sobre el amor entre Elizabeth Short y Matthew M. Gordon Jr. Su historia, al parecer, no llegó a buen puerto, pues según declararon algunos amigos posteriormente, la propia Elizabeth les había confesado que había recibido una carta desde la India. Dicha carta era de su amado, Matthew M. Gordon Jr, quien le proponía matrimonio. Pero la pareja no pudo tener un final feliz, pues Matthew M. Gordon Jr había sufrido un accidente aéreo cuando trataba de rescatar a un piloto derribado.

La respuesta de Elizabeth Short fue que sí deseaba casarse con él, pero lamentablemente el 10 de agosto de 1945 Matthew M. Gordon Jr. murió antes de que pudiera regresar a los Estados Unidos para casarse con su amada Elizabeth Short.

Sin embargo la otra parte de la historia afirma que la pareja sí que se casó finalmente y además tuvieron un hijo en común que murió. Al parecer, dicha teoría fue respalda por los amigos de la pareja, pero la familia de él negó cualquier tipo de relación sentimental con la joven Elizabeth Short después de que la asesinaran.

Aunque no sabemos cual de las dos teorías será cierta.

Lo que sí se sabe es que regresó a California en Julio de 1946. Allí se reencontró con un antiguo novio al que conoció durante su estancia en Florida, el Teniente Gordon Fickling, quien se encontraba viviendo en Long Beach.

Elizabeth Short no tenía una residencia fija, ya que estuvo viviendo en varios hoteles, edificios de apartamentos, casas de alojamiento y casas privadas y nunca solía quedarse más de un par de semanas en cada habitación de hotel o casa en la que residía. Seis meses antes de su muerte sus movimientos se perdían en el sur de California.

El brutal asesinato.

Aquella mañana del 15 de enero de 1947, el cielo de Los Ángeles, California, había amanecido encapotado. Hacía frío, el día estaba triste y lluvioso. Un ama de casa conocida como Betty Bersinger había salido de su residencia en Norton Avenue junto con su hija pequeña de tres años de edad. Ambas mujeres, madre e hija, iban camino de la tienda de la zapatería caminando solas por un abandonado solar cubierto de hierbajos y barro en el distrito de Crenshaw.

El hallazgo del cuerpo de la señorita Elizabeth Short fue casual. La hija pequeña de la señora Betty Bersinger observó con cierta curiosidad el cuerpo de la mujer y llamó la atención de su madre señalando lo que a simple vista parecía un objeto inerte.

Lo que a simple vista parecía un maniquí partido en dos en realidad era el cuerpo sin vida de la señorita Elizabeth Short. Pero algo no parecía encajar en aquella escena, por lo que la señora Betty Bersinger y su hija se acercaron para comprobar que realmente aquel objeto inanimado era un maniquí, ya que en la zona en la que se encontraban había estado llena de tiendas de ropa las cuales habían quebrado hacía ya bastante tiempo o bien habían sido cerradas porque sus dueños tuvieron que ir a combatir a la guerra.

Cuando la señora Betty Bersinger se acercó lo suficiente para ver aquel peculiar maniquí su cuerpo se quedó completamente rígido, perdió el color de su rostro y emitió un alarido de terror. Le tapó los ojos a su hija pequeña saliendo de aquel lugar tan rápido como sus pies se lo permitieron. Allí, en medio de aquel solar desierto, se encontraba el cuerpo sin vida de Elizabeth Short, de veintitrés años de edad.



El cuerpo sin vida de Elizabeth Short

El cuerpo de la jovenElizabeth Short había sido seccionado por la mitad. Sus piernas estaban abiertas y sus brazos se encontraban arqueados. Los intestinos del interior de su cuerpo ahora se encontraban al aire libre y colocados de forma ordenada sobre la pelvis de la mujer. Sobre el estómago de la fallecida se hallaron restos de heces humanas.

El cuerpo sin vida deElizabeth Short presentaba marcas de ligaduras alrededor de las muñecas y los tobillos. Las marcas y hematomas eran peri-morten por lo que Elizabeth Short había estado retenida contra su voluntad alrededor de unas 72 horas.

El cuerpo presentaba múltiples laceraciones, quemaduras y golpes. Los senos de la joven habían sido quemados con cigarrillos y su pecho derecho había sido amputado. La parte inferior del cuerpo de la joven presentaba diversos cortes en forma de X sobre su zona pélvica. El asesino o asesinos se encargaron de desfigurarle la cara de diversas formas. Primero recibió múltiples golpes con un objeto romo y contundente: un bate de béisbol o una barra de hierro, no se sabe muy bien qué tipo de objeto utilizaron para golpearle repetidamente la cara y la cabeza.

Debido a la cantidad de golpes que recibió su cráneo se partió, produciéndole una hemorragia cerebral que le causó la muerte.

Grabaron en su frente una letra “B” y sus mejillas fueron seccionadas hasta llegar a la altura de las orejas, dándole un aspecto aún más grotesco.

Elizabeth Short fue violada post-mortem y desangrada. En el interior de su vagina el forense halló los restos de la rodilla que le faltaba, además de hierba que había sido introducida de forma meticulosa.

Cuando los agentes Frank Perkins y Will Fitzgerald llegaron al escenario del crimen pudieron comprobar que el cuerpo había sido dejado allí a propósito, pero lamentáblemente no era el escenario del crimen, pues no se hallaron rastros de sangre o hierba para poder cotejar con la que fue hallada en el interior del cuerpo de la señorita Elizabeth Short.

El cuerpo presentaba signos de haber sido seccionado con algún tipo de bisturí, pues la precisión quirúrgica con la que se provocó el corte que la seccionó por la mitad así lo demostraba.

Tras la muerte de la joven, el asesino o asesinos lavaron el cuerpo de la joven Elizabeth Short y le tiñeron el cabello de un color rojizo. Los investigadores creían que el material empleado para dicha coloración era brea. Tras finalizar con el cabello, el asesino o asesinos le hicieron la manicura en las manos para que así la victima pareciese mucho más bella después de haberle destrozado el cuerpo y el rostro.

La autopsia también reveló que le habían mutilado el muslo izquierdo, donde la joven tenía una pequeña flor tatuada.

Tanto el forense como los agentes de la ley jamás habían visto semejante brutalidad. En busca de pruebas forenses que llevara a los agentes a detener al asesino de la joven, el lugar del siniestro crimen se llenó de agentes de policía con el fin de hallar nuevas pistas que les condujeran al posible asesino o asesinos de la joven.

Las personas de los alrededores se hiceron eco de la terrible noticia y los periodistas se acercaron al lugar de los hechos para cubrir tan terrible y macabra noticia.

Debido a la brutalidad del crimen, la publicación de las fotografiás relacionadas con el cuerpo de la victima fue prohibida, a pesar de que se habían tomando cientos de ellas.

Los detectives encargados del caso, Harry Hansen y Finis Brown, no sabían quién era la victima, por lo que hablaron con el FBI para que estos les ayudaran. Tras tomar las huellas dactilares a la víctima, éstas se enviaron a California. Por suerte para ellos la joven que había sido brutalmente asesinada estaba fichada por la policía. Los técnicos de dactiloscopia no lo tuvieron nada fácil, pues tuvieron que cotejar más de 104 millones de huellas hasta dar con las de la víctima.

La tragedia en el hogar Short

Desde luego, el interés que generó el macabro asesinato fue tal que los medios de comunicación no tardaron en recurrir a los agentes de la ley para que les informaran de todo cuanto iba sucediendo.

La filtración de información por parte de la policía a los medios de comunicación fue un autentico desastre y a continuación veremos el porqué.

Algunos reporteros de “Los Angeles Examiner” no tuvieron el menor reparo en llamar al hogar de la familia Short, concretamente a la madre de la fallecida, para conseguir información sobre su hija. La madre de la joven, la señora Phoebe Short, que residía en Cambridge, supo a través de aquellos periodistas sin escrúpulos que su hija había sido brutalmente asesinada. Por su parte, los agentes del FBI no habían tenido tiempo aún de informar a los familiares de lo que le había sucedido a la joven Elizabeth Short

Debido a todo el revuelo que se había montado, un periodista bastante astuto inventó un apodo para referirse a la fallecida Elizabeth Short, a la que pasó a llamar la “Dalia Azul”.

La investigación del crimen

En el Departamento de Policía de Los Ángeles el asesinato de Elizabeth Short pasó a ser prioridad absoluta. Se atendieron miles de llamadas que no hacían otra cosa que dificultar la investigación policial. Por un lado muchas de las personas que llamaban aseguraban ser los asesinos de Elizabeth Short, otros en cambio llamaban para burlarse de la polícia. Y los había que veían en el asesino su camino hacia el mundo de la fama asegurando saber quién era el asesino de la joven.

Más de cuarenta agentes de policía investigaron y peinaron la zona en busca de alguna clase de pista que les condujera hasta el asesino pero la búsqueda fue inútil, ya que no hallaron nada nuevo ni revelador.

Por aquella época los análisis de pruebas forenses no estaban tan avanzados como en nuestra época, por lo que no pudieron hacer demasiadas cosas con el cadáver o con las pertenencias de la joven.

Unos días, después de haber hallado el cuerpo sin vida de la joven fueron encontrados sus zapatos y su bolso a kilómetros de distancia del lugar donde se había hallado el cuerpo sin vida. Lamentablemente no encontraron nuevas pruebas que arrojasen un poco más de luz sobre el caso.

Una línea de investigación cubrió la posible relación del asesinato de la Dalia con otros crímenes. Entre los años [color=#00BFFF]1934 y 1938 se hallaron nuevas víctimas, las cuales también habían sido seccionadas por la mitad. [/color]La policía nunca descartó que dichos crímenes no estuvieran relacionados, ya que frecuentemente aparecían decapitadas o desmembradas.

El 24 de Enero de 1938 el periódico Examiner recibió un sobre sin remitente con las pertenencias personales de la Dalia, incluidas unas fotos personales y una agenda de teléfonos con 75 nombres. A dicha agenda le faltaban diversas páginas que habían sido arrancadas.

Tanto el sobre como las páginas estaban impregnadas en gasolina (método rústico para borrar las huellas dactilares) . En el sobre aparecía una nota que decía lo siguiente:

“Aquí están las pertenencias de la Dalia, les seguirá una carta”.

Dicha nota estaba escrita con recortes de periódico. Ni el sobre ni la nota proporcionaron datos fiables sobre el culpable.

Los agentes de policía comprobaron uno por uno los números de teléfono que había anotados en la agenda. Se tomó declaración a todas las personas que habían visto a Elizabeth Short con vida, pero no hubo suerte.

Poco tiempo después llegó una nueva carta a la redacción en la que el presunto asesino afirmaba que nunca le cogerían.

La investigación llegó a un punto muerto.

Los posibles sospechosos:

La policía en su intento por atrapar al asesino de la jovenElizabeth Short , interrogó a diversos sospechosos como:

- Cleo Short: Padre de la víctima. Al parecer vivía a tan solo cinco kilómetros del escenario del crimen. Llevaba cuatro años sin ver a su hija. No quiso identificar el cadáver, lo que obligó a la madre de la joven a viajar desde muy lejos para realizar tal labor. La policía le descartó como sospechoso.

- Robert o ‘Red’ Manley: Fue el último hombre que la vio con vida. Se convirtió en el sospechoso número uno de la policía, pero debido a su historial mental ya que pasó dos veces la prueba del polígrafo y unos años después la prueba del pentotal sódico o “suero de la verdad”, se le descartó como sospechoso.

- Mark Hansen: Era el propietario de un club nocturno en la ciudad de Los Ángeles. Conocía a Elizabeth Short , pues en diversas ocasiones la había hospedado en su casa. Mark Hansen no poseía un historial criminal o de violencia. Al parecer la agenda encontrada le pertenecía a él, pero según declaro posteriormente a la policía era la propia Elizabeth Short quien la utilizaba. Fue una de las últimas personas en verla con vida. En diversas ocasiones intentó acostarse con la joven, según informo a la policía, pero la muchacha le rechazó. El señor Mark Hansen contaba con diversos amigos que iban desde médicos hasta la mafia (aunque esto último es un rumor sin confirmar). Nunca se descartó que Mark Hansen fuera el verdadero culpable, pero tampoco hallaron las suficientes pistas que así lo corroborasen.

- Dr. Patrick S. O'Reilly: Elizabeth Short y el Dr. Patrick S. se conocieron gracias a un amigo en común, el señor Mark Hansen. Era muy común verle en las fiestas de Malibú, en las que siempre acababa habiendo orgías. Tenía un amplío historial delictivo. Secuestró a su secretaria y la golpeó hasta dejarla medio muerta para después acostarse con ella. Le extirpó el pecho derecho con un bisturí. No hubo pruebas que le incriminaran con el homicidio. El Dr. Patrick se casó con la hija de un capitán de policía.

- Carl Balsiger: Él y la señorita Elizabeth Short se conocían porque ambos habían trabajado en el Camp Cooke. El señor [color=#00BFFF]Carl Balsiger[/color] sufrió un consejo de guerra por culpa de Elizabeth Short.

Carl Balsiger poseía un largo historial delictivo y violento ligado a actos sexuales. No se encontraron pruebas que le incriminaran con el caso. Lo que sí se supo es que al parecer el señor Carl Balsiger y la fallecida Elizabeth Short se citaron en diversas ocasiones a lo largo de los años, la última el 8 de diciembre de 1946.

El hermano del señor Carl Balsiger, Claude Welsh, fue juzgado y absuelto por cometer un asesinato muy similar al de Elizabeth Short en su pueblo natal. Las pruebas no fueron concluyentes.

- Dr. George Hodel: Era el médico de familia y sobre él pesaba un largo historial de conductas sexuales. Fue acusado en 1949 de abusar sexualmente de su hija menor, de tan sólo 14 años de edad. La policía le siguió muy de cerca, pero no hallaron nada nuevo y concluyente para el caso. Una testigo afirmó haber vivido con el sospechoso en el Hotel Biltmore. La testigo también declaró haber visto al Dr. George y a Elizabeth Short encontrarse en diversas ocasiones en el hotel en el que ellos se hospedaban. No se le pudo relacionar con la víctima por falta de pruebas o testigos.

- Marvin Margolis: Fue un soldado licenciado de la Marina. Sufría inestabilidad mental y además tenía cierta obsesión insana con los quirófanos y la cirugía. Vivió con Elizabeth Short y otros dos amigos en un piso compartido en octubre de 1946. No hubo pruebas que le incriminaran en el asesinato de Elizabeth Short

La policía llegó a tener un total de 22 sospechosos posibles: criminales, médicos... La policía llegó a encarcelar a algunos sospechosos, pero tuvieron que soltarles por falta de pruebas. Pero durante la investigación que se llevó a cabo también se encarceló a una persona inocente llamada Leslie Dillon. Dicho hombre acabo denunciando a la LAPD (Departamento de Policía de la Ciudad de los Ángeles).

El caso de Elizabeth Short sigue abierto:

El caso de la joven Elizabeth Short sigue abierto y la policía y los familiares de la joven siguen buscando pistas que les conduzcan hasta el culpable o los culpables que le hicieron tanto daño a una joven muchacha que tan sólo esperaba encontrar su lugar en la sociedad, y lo más terrible es que jamás pudo cumplir su sueño.



La tumba de Elizabeth Short

Nunca sabremos quien fue el culpable o culpables de tan terrible crimen. Un familiar, un amigo o un desconocido. El asesino sigue suelto y su víctima sigue esperando a que se haga justicia.

Este reportaje ha sido escrito por: Akasha Valentine http://www.akashavalentine.com © 2010.
Las fuentes empleadas para escribir este reportaje han sido las siguientes:

http://www.cineol.net, http://es.wikipedia.org y http://oscarherradon.wordpress.com

¿QUIÉN ASESINÓ A LA BELLA CIGARRERA?

Aunque parece el título de una buena novela policial, créame si le digo que no es así. Esta historia trascurre a comienzos del siglo XIX y comienza con el macabro descubrimiento de un cuerpo sin vida que muestra claros síntomas de violencia descubierto el 28 de Julio de 1841 en el río Hudson en el estado de Nueva York. El cuerpo sin vida que flota en las tranquilas aguas es el de Mary Rogers, una dulce y simpática muchacha conocida como “La bella cigarrera”.



FOTOGRAFÍA DE MARY CECILIA ROGERS. FECHA DESCONOCIDA.

Mary Cecilia Rogers nació en 1820 en Lyme, Connecticut (Estados Unidos), aunque pronto se tuvo que trasladar con su madre a la ciudad de Nueva York debido a la crisis que estaba padeciendo el país. Desde malas cosechas hasta el hundimiento de la bolsa de mercados, la situación precaria en la que estaba sumido el país obligaba a muchas familias a trasladarse a la gran ciudad en busca de un futuro mejor, aunque por desgracia lo único que encontraría esta joven sería una violenta muerte.

EL COMIENZO DE UNA HISTORIA.

En 1778 nace Phoebe Rogers, madre de la joven Mary Cecilia Rogers. Cuando apenas ha cumplido los dieciocho años de edad se casa con un hombre llamado Ezra Mather, descendiente directo de Increase Mather (21 junio 1639 hasta 23 agosto 1723) ministro puritano que participó activamente en el gobierno de la Colonia de la Bahía de Massachusetts, la Universidad de Harvard y el famoso juicio de “Los juicios de Salem” o “Las brujas de Salem”.

Ezra Mather era un próspero comerciante. Tenía diversas propiedades y además poseía un solar en Pearl Street en la ciudad de Nueva York. La pareja vivió felizmente durante muchos años, sin embargo cuando su marido enfermó y murió a la edad de treinta y ocho años, la desconsolada Phoebe Mather quedó viuda a la edad de treinta años.

A pesar de que su marido le había dejado una cuantiosa suma de dinero para ella y sus cinco hijos decidió renunciar a su herencia cuando seis años más tarde conoció a segundo marido, Daniel Rogers, un hombre once años más joven que ella.

Daniel Rogers provenía de una familia acomodada que se dedicaba principalmente a la construcción naval en la ciudad de New London, ubicada en la costa noreste de los Estados Unidos.

Cuando la pareja llevaba seis años casada, Phoebe Rogers da a luz a una niña a la que decidieron llamar Mary Cecilia Rogers.

El escritor Daniel Stashower, autor de la obra “The Beautiful Cigar Girl: Mary Rogers, Edgar Allan Poe, and the Invention of Murder” sostiene la teoría de creer que en realidad Mary Cecilia Rogers no era la hija legítima del matrimonio Rogers, sino más bien su nieta, convirtiendo así a la única hija de la señora Phoebe Rogers en la madre de la pequeña.

Basa su teoría en la edad de la señora Phoebe Rogers. Cuando la pequeña Mary Cecilia Rogers nació su supuesta madre biológica tenía ya más de cuarenta y dos años, una edad considerablemente avanzada dada la época en la que nos encontramos. Además no existe registro alguno que indique el lugar exacto donde nació la pequeña, al contrario que el resto de sus cinco hermanos, cuyas partidas de nacimiento están fechadas y datadas.

Ya desde el día de su nacimiento estaba claro que la vida de la joven cigarrera se convertiría en un misterio tras otro.

Los años que pasó Mary Cecilia Rogers viviendo en su tierra natal estuvieron marcados por la desdicha y la tragedia. Durante un corto periodo de tiempo perdió a tres de sus cinco hermanastros, y por si esto no fuera suficiente su padre murió en circunstancias trágicas cuando un barco de vapor que cruzaba el río Misisipi explotó, acabando de esta forma con la vida de Daniel Rogers en 1834.

Madre e hija se unieron mucho más a raíz de la muerte de Rogers. Sin embargo, dado que el país sufría de hambruna y la situación económica era precaria, se vieron obligadas a vender todas sus propiedades e irse a vivir a Nueva York a comienzos de 1837.

¿Porque Nueva York y no otra ciudad? Esta pregunta parece tener su respuesta en un familiar de la señora Phoebe Rogers, quien por aquel entonces tenía a una hermana suya viviendo en la ciudad. Es posible que dada su relación con ella se viera animada a partir con su hija en busca de un futuro mejor para ambas.

John Anderson, un empresario posiblemente amigo de la familia, acogió a ambas mujeres en su casa. Entre John Anderson y Mary Rogers comenzó a fraguarse una buena relación tanto laboral como personal. La joven niña con cuerpo de mujer comenzó a trabajar vendiendo cigarrillos en la nueva tienda del señor Anderson y no tardó demasiado tiempo en captar la atención de todos los hombres que allí acudían para comprar sus cigarros. Su madre estaba muy preocupada, pero le permitió continuar trabajando en aquel lugar poco adecuado para una señorita como ella con la condición de que el señor Anderson la acompañara de vuelta a casa todas las noches. Otra de las condiciones impuestas por la señora Rogers era la de que su joven hija jamás estaría sola en la tienda.

La empresa “Anderson's Tobacco Emporium” había comenzado a coger cierta fama en distintos círculos sociales, y aunque muchos de ellos no resultaban ser nada agradables, Anderson sabía que su fama era debida a su joven dependienta, cuya sonrisa llena de sombras cautivaba los corazones de cuantos la cortejaban.

Uno de esos admiradores, seducido por los encantos de la joven, decidió escribirle un poema y publicarlo en el “The New York Herald”. Otro de sus pretendientes, que vivía en la misma casa de huéspedes que ella, afirmó que la joven era una doncella encantadora cuyos modales eran absolutamente refinados.

El nombre de Mary Rogers comenzó a ser aún más conoció gracias a un periodista local, quien escribió un interesante artículo sobre la joven y su enigmática sonrisa y la hizo escalar posiciones en el mundo social hasta convertirla en una autentica celebridad.

Meses más tarde la señorita Hayes, hermana de Phoebe Rogers[/color[color=#FFFFFF]], decide acoger a su hermana y sobrina en su casa de Pitt Street en Nueva York.

El 6 de Octubre de 1838 aparece una noticia en el periódico neoyorquino New York Sun. El titular del periódico rezaba así:

“Miss Mary Cecilia Rogers” was missing.
(La señorita Mary Cecilia Rogers ha desaparecido).

Se sostienen varias teorías sobre la desaparición de la joven.

1.- Es que se tratase de un burdo engaño perpetrado por la empresa “Anderson's Tobacco Emporium” con el único fin de vender más cigarrillos cuando la joven volviera a su puesto de trabajo al día siguiente sana y salva.

2.- Es que la joven Mary Rogers sufriera el desengaño amoroso de un amante despechado que tras seducirla decidió abandonarla.

3.- La menos creíble es que Mary Rogers se había quedado embarazada de su capataz John Anderson y por recomendaciones de éste había decidido desaparecer durante un par de semanas con el único fin de poder ir a abortar, mientras él se dedicaba a crear un falso bulo.

4.- La última teoría, y la más plausible de todas es que se trató de un burdo engaño creado por los periodistas con el único fin de causar cierta expectación con respecto a la vida de la joven y de esta forma vender el mayor número de periódicos posibles.

Tras la supuesta desaparición de la joven, Mary Rogers abandonó su puesto de trabajo como cigarrera durante algún tiempo. Sin embargo, John Anderson volvió a contratarla de nuevo tras ofrecerle un aumento de sueldo por sus servicios.

En la primavera de 1839, uno de los hermanastros de Mary Rogers había regresado a Nueva York tras haber realizado un exitoso viaje de negocios en el cual había ganado una cuantiosa suma de dinero. Durante su breve estancia llego a sus oídos el rumor de que existía una joven llamada Mary que cautivaba a todos los hombres con su enigmática sonrisa. Su hermanastro, al igual que muchos otros hombres, se dejó caer por los almacenes de John Anderson para conocer personalmente a la vivaz muchacha. Cuando ambos hermanos se reencontraron, supieron que Mary tenía que abandonar ese lugar ya que si seguía trabajando allí por más tiempo algo malo podría llegar a sucederle.

Phoebe Rogers hablo con su hijo y éste le prestó una generosa cantidad de dinero para que ella y su hermanastra pudieran llevar un negocio más apropiado, por lo que ambas mujeres decidieron regentar una casa de huéspedes en el año 1839. La leyenda de “La bella cigarrera” continuó viviendo durante mucho tiempo en la mente de los clientes que solían acudir a los almacenes de John Anderson.

Meses después de abrir la pensión, el hermanastro que tanto había ayudado a Mary Rogers y su madre fallece trágicamente tras ser golpeado por una vela ondeante y caer al mar. Cuando rescataron su cuerpo se dictaminó que había muerto por ahogamiento. Cuando la noticia llegó a oídos Phoebe Rogers se sintió tremendamente abatida ya que solamente quedaban con vida dos hijos: el mayor, de su primer matrimonio, y su hija pequeña Mary Rogers, de su segundo matrimonio.

La popularidad de Mary Rogers, aunque en menor medida, seguía siendo la comidilla de la casa de huéspedes, donde muchos de sus admiradores solían acercarse por allí aunque simplemente fuera para saludarla. La pensión que ella y su madre regentaban tenía un total de siete habitaciones disponibles para poder ser alquiladas.

El 25 de julio de 1841, Mary Rogers llama por teléfono a las 10:00 de la mañana a la barbería donde su prometido Daniel Payne espera ser atendido.

Aunque Mary Rogers tenía muchos admiradores, nunca supo escoger bien a los hombres y se enamoró de un joven campesino cuya afición a la bebida y a las mujeres era más que de sobra conocida por lo taberneros de la zona.

La pareja acordó en encontrarse enfrente del museo Barnum's cuando Mary Rogers hubiera terminado de visitar a su tía Downing, que vivía a tan sólo quince minutos en autobús desde la parada de su casa. Nadie más volvió a verla con vida desde aquel día.



LITOGRAFÍA DE LA ÉPOCA EN LA QUE SE MUESTRA EL TERRIBLE HALLAZGO DEL CUERPO DE LA JOVEN MARY CECILIA ROGERS.

El cuerpo sin vida de Mary Rogers fue descubierto el 28 de Julio de 1841. Dado que el cadáver se encontraba en mal estado, (el rostro hinchado, síntomas visibles de una posible agresión, descompresión avanzada) la policía se vio obligada a pedir ayuda a los amigos de la víctima, quienes llevaban varios días buscándola. Finalmente fue identificada por Alfred Crommelin, un joven pretendiente de Mary Rogers que no cesaba de cortejarla.

Daniel Payne pasó gran parte del día de la desaparición de su prometida visitando a un hermano y recorriendo los bares de la zona. Cuando le preguntaron acerca de la desaparición de su prometida les dijo lo que ella le había contado: que había decidido ir a visitar a una tía suya. Cuando interrogaron a la señora Downing, ella afirmó que no tenía conocimiento alguno de que su joven sobrina fuera a visitarla ese día, por lo que había pasado gran parte del día fuera de su residencia.

La policía llamó de inmediato a un médico forense, quien se apresuró en certificar la muerte de la joven y ayudar en el levantamiento del cuerpo con el único fin de evitar que la prensa y los mirones de la zona se cebaran con la historia.

Tras examinar continuadamente el cadáver se determinó que la causa de la muerte había sido muerte por asfixia. Su agresor o agresores se habían arrojado sobre el cuerpo de Mary Rogers forzándola a mantener relaciones sexuales. El interior de la vagina mostraba claros síntomas de abrasiones. También se detectaron dos hematomas en la zona delantera del cuello que indicaban que su garganta había sido comprimida hasta que habían logrado aplastarle la tráquea. El forense descubrió que el arma homicida pudo haber sido un fragmento de encaje, ya que el agresor o agresores le habían apretado con tanta fuerza el cuello que había logrado incrustarle parte de la tela en el interior de su piel. Dicha tela había sido sustraída de las enaguas que llevaba la propia víctima.

La víctima presentaba abrasiones en la piel ubicadas en la zona posterior del cuerpo, concretamente en la espalda, lo que indica que después de matarla tuvieron que arrastrarla para poder deshacerse del cuerpo.

La policía tenía la certeza de que el crimen no había sido premeditado, ya que su agresor tuvo que coger ropa de la propia víctima para acabar con su vida.

El médico forense a cargo de la investigación declaró en un estudio que la joven Mary Cecilia Rogers pudo haber sido agredida por al menos dos o tres hombres. Tras conocerse la trágica noticia de su asesinato se culpó a un gran número de bandas callejeras que se dedicaban a violar y a asesinar a un gran número de personas.

Cuando la prensa se hizo eco de la noticia comenzaron a circular todo tipo de rumores, pero siempre en favor de la joven víctima. El prometido de Mary Cecilia Rogers estuvo bajo sospecha durante algún tiempo, pero tras confirmarse su coartada se descubrió que no tenía nada que ver con el asesinato de la joven. Por el contrario, el rechazado prometido Alfred Crommelin tenía motivos de sobra, pero era un héroe ante la prensa ya que él mismo había logrado identificar el cuerpo de su amada a pesar del enorme grado de descomposición.

La policía no sabía qué hacer ni a quién creer, existían todo tipo de teorías y por si esto no fuera suficiente los hijos de un tabernero de la zona encontraron detrás de unos matorrales cercanos al río algunos restos de prendas pertenecientes a la joven asesinada. La policía encargada del caso no confirmó ni desmintió que las prendas halladas en el lugar pertenecieran a la fallecida.

La dueña de la taberna, una señora llamada Frederica, no tardo en ser interrogada por la policía cuando admitió tener en su propiedad las prendas de la joven fallecida. Cuando le preguntaron por qué no había informado antes a la policía sobre este hecho, se defendió alegando que ella no sabía que pudieran resultar de gran utilidad para la resolución del caso. Dado que en esta época no existían las pruebas de ADN, y el caso era un cúmulo de circunstancias y posibles culpables, la policía seguía preguntándose quién podría ser el verdadero culpable.

ENTRA EN ESCENA EL DETECTIVE: EDGAR ALLAN POE.



FOTOGRAFÍA DE EDGAR ALLAN POE. AÑO 1849.

A Edgar Allan Poe (19 de Enero de 1809 - 7 de Octubre de 1849) le resultaba sumamente difícil encontrar una nueva historia con la que alcanzar el éxito que tanto anhelaba.

Su perspicaz mente y su interés en el asesinato de “Mary Cecilia Rogers”, cometido dieciocho meses atrás le llevó a escribir una nueva obra titulada “El Misterio de Marie Rogêt” donde el detective de ficción Chevalier Auguste Dupin utiliza sus dotes deductivas para resolver el caso.

En esta obra de ficción, Marie Rogêt es la encarnación de la difunta Mary Rogers, lo que provocó un cierto revuelo cuando el cuento de Poe se puso a la venta dadas las similitudes que había en ambos crímenes.

Aunque la historia se desarrolla en la ciudad de París, y se tenía conocimiento de que Poe había hablado con la policía para obtener más información sobre el caso, hubo quienes le atacaron abiertamente de tener algo que ver con el asesinato de Mary Rogers, ya que había sido visto en compañía de la joven mientras esta trabajaba en la empresa “Anderson's Tobacco Emporium”.

Lo cierto es que Edgar Allan Poe pudo salir airoso de la situación cuando la policía cerró el caso de la joven cigarrera por falta de pruebas. A día de hoy el caso sigue cerrado y no se tiene conocimiento de ningún sospechoso. Llegados a este punto lo único que podemos preguntarnos es: ¿Quién mató a la bella cigarrera?

Usted puede volver a leer y descargar este reportaje en formato PDF a través del siguiente enlace:

http://es.scribd.com/doc/93767452/%C2%BFQuien-asesino-a-la-bella-cigarrera

BIBLIOGRAFÍA:

Esta obra ha sido escrito por Akasha Valentine http://www.akashavalentine.com © 2012.

Las fuentes de información, divulgación y consulta corresponden a las siguientes páginas citadas. La autora permite la libre divulgación de este texto siempre que esté citada la fuente y la autoría de la misma.

- http://ni-en-pintura.blogspot.com.es
- http://www.infobarrel.com/
- http://mezvan.blogsome.com
- http://theboweryboys.blogspot.com.es
- http://es.wikipedia.org/wiki/