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Nuevo proyecto: Una vida para vivirla siempre a tu lado.
Nuevo proyecto: Una vida para vivirla siempre a tu lado.
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Akasha_Valentine
Regidor Vampírico
Registrado: Mié Mar 21, 2007 12:17 pm
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  Título de la obra: Una vida para vivirla siempre a tu lado. Publicada el 22/01/2015. En colaboración con la plataforma editorial Mundo Palabras.Lectura completa: Una vida para vivirla siempre a tu lado.El aire siempre inquieto y juguetón levantó los pliegues de su falda de lazo de campana, no demasiado alto ni demasiado fuerte, pero lo suficientemente elevado como para que sus rodillas quedaran a la vista de los transeúntes, tiñéndose casi de inmediato de un tono rosado claro sus pálidas mejillas mientras desviaba su mirada en otra dirección, intentando evitar que el rubor de sus pómulos delatara su tímida y repentina vergüenza.
Incitada por la posibilidad de que volviera a sucederle lo mismo, obligó a sus dedos a quedarse sujetos a las líneas de su plisada prenda floreada. Y siguió caminando con la incertidumbre bajo el filo de sus pequeños zapatos de tacón blanco roto. Necesitó inhalar de inmediato no una sino dos bocanadas de aire, bien fuerte y algo cargadas, pues los segundos se movían inquietos en su reloj de muñeca, y ya no estaba segura de si la prenda escogida para un día primaveral con algo de ventisca era la más adecuada para ella. Pero dado que ya era tarde no podía volver sobre sus propias pisadas, ni rebuscar esa prenda perfecta que nunca aparecía cuando se citaba con él, así que se rindió ante la evidencia de que la perfección tenía incluso sus propios defectos y siguió hacia adelante tras armarse de valor; pudo seguir caminando olvidándose por completo de lo que le había sucedido, omitiendo que aún se sentía algo incomoda y pudorosa, el calor de su piel no mermaba y sus latidos eran cómplices de su estado de nerviosismo, pues pudo oírles con total claridad resonando con auge en el interior de su pecho. Y dado que la delatarían si no tenía el suficiente cuidado se puso a pensar en situaciones banales ya vividas, pero por alguna extrañara razón sus recuerdos siempre volvían a él: en todas sus formas, con diferentes expresiones, realizando diferentes hazañas. Siempre volvía a él, incluso cuando necesitaba no hacerlo; no podía imaginarse en una situación que ambos no hubiesen compartido, y se escapó de sus labios de color melocotón una sonrisa y un suspiro, y se río de la irónica situación en la que se encontraba.
¿Cuántos años hacía ya que se conocían? Oh, al darse cuenta de que no tenía dedos suficientes para contarlos asumió que eran demasiados, y todos se habían esfumado en un abrir y cerrar de ojos, demasiado deprisa para ser consciente de lo poco que duraban los días en el calendario cuando estaban juntos. Siguió inmersa en su mundo, caminando sola por aquella transitada pasarela, bajo la protección de los brazos alargados de las farolas negras y metálicas que con exquisitos y labrados candelabros alumbraban el famoso Puente de Alexandre III.
París ejercía en su imaginación una fuerte y pesada carga emocional, pues había demasiados recuerdos para ella en aquella ciudad del amor, y no importaba el lugar donde posase su mirada, había estado con George en cada uno de los rincones de la ciudad, sin haberse dejado una piedra o una esquina sin mirar.
Incluso bajo la protección del puente, a la orillas del río Sena, se habían prometido en matrimonio en el año 1935, el mismo día en el que ella cumplía los veinte años.
Se detuvo sin esperarlo, fue un gesto que la sobrevino. Extendió su mano como lo había hecho aquel día y cerró los ojos para que ninguna otra visión se interpusiera en sus recuerdos; volvió al pasado, a ese día en concreto, a ese mágico momento que por nada del mundo le gustaría perder, y volvió a verle, tan joven y guapo, tan atractivo que sus piernas a punto estuvieron de fallarle de nuevo, pues él era el hombre con el que siempre había soñado y allí estaba sólo para ella, ante su persona, de rodillas, pidiéndola en matrimonio, y ni tan siquiera tuvo que pensárselo, pues tan pronto como le enseñó el anillo dijo sí de inmediato.
Cómo le hubiese gustado volver a vivir lo que vivió aquel día. Y al abrir los ojos y volver a la realidad le volvió a ver, allí donde se encontró con él por primera vez, vestido de manera elegante, con su sombrero y su traje de sastre, caminando con la seguridad de saber que ella le estaría esperando con los brazos abiertos, y bien sabía que nunca se equivocaba, porque así fue como le recibió, con ello y con un beso en sus labios.
Comenzaron a besarse como colegiales descubriendo el primer amor, y aunque atrajeron las miradas de turistas y nativos no les importó. Tras su fogoso encuentro, él tomó su mano y ella la de él, y juntos caminaron en busca de un nuevo sueño. Esta vez les esperaba un nuevo café recién inaugurado. Quizás allí le dijese lo afortunada que se sentía por poder tener una vida como aquella para poder vivirla a su lado durante un día más... NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2015 ©. La autora es propietaria de esta obra literaria y tiene todos los derechos reservados. _________________ Mi novela "Cartas a mi ciudad de Nashville" disponible en la web y en blog. Todos los derechos reservados © 2014-2021.
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| Jue Abr 21, 2016 3:26 pm |
 
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