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El microrrelato del día. El tranvía de la medianoche. 

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El microrrelato del día. El tranvía de la medianoche. 
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Registrado: Mié Mar 21, 2007 12:17 pm
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Título Original: El tranvía de la medianoche. © 2014
Autor: Akasha Valentine.
Género: Microrrelato/Aventuras/Misterio.
Idioma: Castellano.
Volumen: Único.
Ilustrador: Akasha Valentine - 2014.
Corrector: José Antonio.
Editor: Akasha Valentine.
Fecha de publicación: 05/02/2014.

EL TRANVÍA DE LA MEDIANOCHE POR AKASHA VALENTINE.

La asfixiante idea de ser dirigido por los adultos le causó enorme pesar, de ahí que Edward se aventurase a escapar de su casa a media noche a pesar de su corta edad. Sus diminutos bolsillos no eran lo suficientemente espaciosos como para cobijar a sus manos del intenso frío, y resguardarse de la lluvia a media noche tampoco era la mejor idea, puesto que el único lugar que encontró llamó la atención de varios hombres de edad avanzada cuyo aspecto demacrado y rostros lascivos no le dieron buena espina, así que huyó tan deprisa de aquel escondite como lo había hecho horas antes de su casa cuando su padre le había indicado cuál sería su futuro en la sociedad sin tener en cuenta sus propios proyectos, sueños y expectativas.

Se encontraba realmente exhausto y aunque los ojos le pesaban no podía quedarse dormido en cualquier parte, pues estaría expuesto a los peligros de la noche o a ser descubierto por algún transeúnte, y probablemente ese mismo ciudadano o la policía le devolviesen a su hogar, del que no quería saber nada más, así que sin saber qué hacer fue dando tumbos de un lado para otro mientras ideaba un plan.

Desechó la idea de andar por callejones oscuros y estrechos, y tampoco podía dejarse ver por las calles principales: su corta edad habría llamado demasiado la atención, así que caminó por calles en las que nadie repararía en él si se ponía cerca de cualquier perro con un dueño cercano. Así fue saltando de persona en persona hasta que llegó a una calle sin salida donde había una parada de tranvía que no había visto jamás. Al acercarse para verla con más detalle descubrió que no estaba del todo solo, había tres personas esperando delante de la parada a que algo sucediera, pero a Edward lo que de verdad le llamó la atención en aquellos seres es que eran sombras con trajes y vestidos, sombreros y paraguas, pero al fin y al cabo sombras. Las luces del tranvía iluminaron la oscura calle, y al darse cuenta de que no podía evitar sentir una inmersa curiosidad por aquel artefacto y sus singulares pasajeros decidió subirse con ellos para ver hasta dónde podían llevarle.

Al poner un pie en su interior se percató de que el revisor, un hombre alto y corpulento, resultó ser también como el resto de pasajeros: una sombra, pero al caminar con la intención de tomar asiento el revisor le detuvo con la mano y le pidió su billete.

Edward se echó las manos a los bolsillos y saco los pocos ahorros que le quedaban, pero le anunciaron que sin tique no podía acceder a su interior y por lo tanto tenía que bajarse allí mismo.

Una sombra que estaba detrás de él se apiadó del niño y habló por él.

- Yo me ocuparé de su boleto.

El revisor pareció conforme con la propuesta y Edward pudo tomar finalmente asiento cerca de la ventana, donde no se veía absolutamente nada.

El hombre que había pagado su billete se sentó a su lado. Edward de inmediato le dio las gracias e insistió en pagarle el billete, pero el hombre rehusó aceptar su dinero, pues en su mundo no servía para absolutamente nada.

El joven niño, que no quería estar en deuda con nadie y mucho menos con un desconocido, insistió en una forma de pago en la que pudiera quedar en paz con él. El señor sonrió mordazmente y le dijo:

- Ya lo has hecho, querido niño. Me acabas de pagar con tu propia vida.

Y nunca más volvió a saberse nada de aquel pequeño niño de ocho años llamado Edward Fullmann.


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Mi novela "Cartas a mi ciudad de Nashville" disponible en la web y en blog. Todos los derechos reservados © 2014-2021.


Lun Jun 09, 2014 8:58 pm
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Traducción al español por Huan Manwë para phpBB España