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Retratos de El Fayum. (Primera Parte).
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Autor:  Akasha_Valentine [ Sab Abr 29, 2017 11:45 am ]
Asunto:  Retratos de El Fayum. (Primera Parte).

“El tiempo saca a la luz todo lo que está oculto y encubre y esconde lo que ahora brilla con el más grande esplendor”.

Quinto Horacio Flaco (Quintus Horatius Flaccus). 8 de diciembre de 65 a. C. – Roma, 27 de noviembre de 8 a. C.

¡Qué magnificas palabras con las que poder iniciar esta nueva andadura a través de una de las civilizaciones más prolíficas de la historia de la humanidad, como es la egipcia! Su visión del mundo quedó ricamente plasmada gracias a la preservación de sus obras pictóricas y arquitectónicas, en su mayoría relacionas con el culto a la muerte. La enorme complejidad de su trabajo serviría como fuente de inspiración a los futuros colonizadores venidos desde tierras griegas y romanas para asentarse en territorio egipcio tras la conquista llevada a cabo por el rey de Macedonia Alejandro Magno (Alejandro III) en el año 332 a.C.

Eran conocedores de la técnica del embalsamamiento, y con la evolución de los ataúdes y por tanto de los retratos funerarios, éstos dejaron de ser concebidos como una idea “tabú”, puesto que con el paso de los siglos las pinturas eran expuestas en vida y enterradas con el difunto una vez hubiese llegado su momento. Estas exquisitas obras mortuorias fueron pintadas por manos de expertos artesanos en un material perecedero como es la madera, muy preciada en el Antiguo Egipto debido a su escasa existencia. Sorprende encontrarse cara a cara con un rostro familiar del pasado, y es de agradecer que su conservación sea tan buena, pues muchas de estas pinturas no han logrado sobrevivir al clima romano, y sin embargo sí fue posible preservarlas en las áridas arenas del desierto durante siglos, hasta que vieron la luz en el año 1889 gracias a un comerciante posteriormente convertido en marchante de arte alemán llamado Theodor Graf (11 de Marzo de 1840 - 25 de noviembre 1903), quien provocó un gran revuelo en 1889 tras dar a conocer en Berlín un total de noventa y seis retratos, cuyo hallazgo arqueológico queda recogido en la obra “Antike Portraits: Die Hellenistischen Bildnisse Aus Dem Fajjum”, publicada en 1893 por el egiptólogo y novelista alemán Georg Ebers (1 de marzo de 1837 — 7 de agosto de 1898, Tutzing, Baviera), cuyo nombre quedó ligado a su descubrimiento tras encontrar uno de los papiros médicos más importantes del antiguo Egipto. A Graf le siguieron otras importantes eminencias en el mundo de la egiptología y arqueología, como son el británico William Matthew Flinders Petrie (3 de Junio de 1853 – 28 de Julio de 1942) y el egiptólogo francés Albert Gayet (17 de Septiembre de 1856 - 9 de Mayo de de 1916), quien también publicó una obra relacionada con este tema titulada “L'Exploration des nécropoles de la montagne d'Antinoë : fouilles exécutées en 1901-1902”.

Necrópolis: Auge de un descubrimiento arqueológico.

En 1887, el extraordinario hallazgo arqueológico llevado a cabo por dos agricultores que trabajaban sin saberlo en la necrópolis de Filadelfia pone de manifiesto la importante riqueza cultural de la región. En la actual ciudad de Amán (Ammán), en Jordania, se extrajeron numerosas momias cuyos rostros habían sido plasmados entre sus vendajes y cuyos restos mortales descansaban en una docena de fosas que fueron excavadas sistemáticamente por estos mismos hombres.

Este territorio fue ocupado en reiteradas ocasiones a lo largo de su historia por diversos pueblos, entre los que se encuentran Amonitas, Asirios, Persas, Griegos (quienes fueron los que le dieron el nombre de Filadelfia), y ya en el siglo I a.C por los romanos, quienes la anexionaron a la Decápolis (diez ciudades ubicadas en los confines orientales del Imperio Romano).

El legado del rey macedonio.

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Relieve de Alejandro Magno ante Amón-Ra, en el templo de Luxor. Fuente: Wikipedia.

En el año 323 a.C., a la edad de 33 años, fallece Alejandro Magno víctima de un paludismo (una enfermedad febril producida por la picadura de un mosquito anofeles). Tras su repentina muerte en Babilonia (actual Irak), su imperio cae, sus descendientes y esposas son asesinadas y sus generales comienzan una lucha encarnizada por hacerse con el control de las tierras. Uno de sus generales, llamado Ptolomeo I Sóter (304 a.C. - 285 a.C.), fundará en la tierra de Egipto la dinastía ptolemaica, que sobrevivirá durante tres siglos de gobierno hasta que el año 30 a.C su última reina egipcia, llamada Cleopatra VII, fallecerá a consecuencia de la picadura de una víbora muy venenosa autóctona de la región conocida con el nombre de áspid, al no poder llegar a un acuerdo con su enemigo romano Octavio Augusto Cayo (63 a.C. - 14 d.C.), hijo adoptivo de Julio César (12/ 13 de Julio 100 a.C - 15 de Marzo 44 a.C) y futuro emperador de Roma.

Tras ganar la guerra contra la última reina de Egipto, Octavio logra poner punto y final a la dinastía griega, convirtiendo el territorio conquistado en una provincia romana que logrará abastecer las arcas del Nuevo Imperio gracias a las fértiles crecidas del Nilo. Roma adquiere de esta forma alimentos como la oliva, el trigo, higos, aceite, papiros… Sin embargo, el bagaje cultural sigue estando vigente entre sus pobladores, y los griegos y romanos asentados en Egipto logran preservar y reinterpretar la vida y las costumbres de sus antepasados, asimilando a sus dioses, sus supersticiones y sus creencias en el más allá, lo que llegará a provocar una revolución cultural en la forma de enterrar a sus muertos y que posteriormente se perderá con la expansión del cristianismo.

Arte Funerario: Pensamientos, creencias y rituales.

Erróneamente atribuimos a la civilización egipcia el mérito de ser la cultura precursora del descubrimiento de la momificación, una hipótesis errónea si tenemos en cuenta que los primeros pobladores conocidos en desarrollarla fueron las poblaciones asentadas en la costa del desierto de Atacama (Chile) en el año 7000 a.C., una etnia autóctona de pescadores conocidos con el sobrenombre de “Cultura Chinchorro.”

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Momia de la cultura Chinchorro. Fuente: Wikipedia.

En el año 4000 a.C., durante la etapa del período predinástico, la capital del Alto Egipto, conocida como Hieracómpolis, núcleo cultural dedicado al dios Horus, divinidad tutelar de las primeros monarcas, concibe la idea de la preservación del cuerpo humano, lo que lleva a un nuevo planteamiento en la conservación de los mismos. Los descubrimientos realizados in situ llevaron a los especialistas a descubrir en tumbas como la B85 restos humanos envueltos en lino impregnados con resina liquida. Este tipo de momificación “primigenia” se fue perfeccionando a lo largo de los siglos hasta alcanzar su época de mayor esplendor durante el Reino Nuevo.

Los egipcios concebían la idea de la muerte como un proceso transitorio para alcanzar la vida eterna en el Más Allá. Por ello, tras su muerte, el cuerpo debía ser preparado y trasladado a un recinto provisional llamado seh-necher (cabina divina), estancia privada en la que se albergaba el cuerpo de un soberano, o a la ibu en ab (tienda de purificación), habitáculo de menor envergadura e importancia para embalsamar el cuerpo de un plebeyo. El proceso de momificación y purificación del cuerpo conllevaba un período de preparación de sesenta días, en los cuales se realizaba la purificación del cuerpo mediante lavado, tras lo cual se procedía a la extracción del cerebro a través de la cavidad nasal, un órgano carente de valor para ellos. Tras su eliminación se realizaba un único corte en el abdomen izquierdo para la extracción de las vísceras y órganos, los cuales se lavaban y depositaban en cuatro recipientes sagrados llamados vasos canopos que personifican a los hijos de Horus:

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Los cuatro vasos canopos. Dinastía XIX. Museo de Berlín. Fuente: Wikipedia.

.Amset: Vasija antropomorfa con forma de cabeza humana que servía como recipiente para guardar el hígado.
. Hapy: La tapa de este recipiente antropomorfo es la cabeza de un babuino, y en su interior se guardan los pulmones.
. Kebeshenuef: Esta vasija antropomorfa tiene una cabeza con forma de halcón y servía para contener los intestinos del difunto.
. Duamutef: Esta última pieza, también antropomorfa, tenía la apariencia de un chacal, y en su interior se guardaba el estómago del cadáver.

El proceso de desecación era el más largo y lento de todos, pues el cadáver debía permanecer un total de cuarenta días completamente sumergido en una sal natural de carbonato sódico llamada natrón. Tras este periodo de reposo, los embalsamadores podían proceder a su limpieza y a la suturación de la incisión, pues el cadáver había perdido buena parte de su peso y su volumen.

Para finalizar se realizaba un proceso de ungido de aceites y resina, y se cubría el cuerpo con vendas de lino, en cuyo interior se depositaban numerosos amuletos ritualistas para proteger al difunto.

A comienzos del siglo I d.C., este complejo sistema de preservación del cuerpo quedó únicamente restringido a las clases más elitistas. Las momias de este periodo son devueltas a los familiares una vez que ha finalizado el proceso de embalsamamiento. Tanto los sarcófagos como los ataúdes sufrieron un lento proceso evolutivo, variando sus formas y estilos, creando una sucesión cronológica que hoy en día ayuda a los expertos a datar con exactitud el periodo al que pertenecen. Las momias también se ven afectadas por este proceso evolutivo: su cuerpos son envueltos en mortajas sobre las cuales se pinta un rostro, o bien se coloca una máscara o un busto que queda firmemente fijado entre sus vendajes. Se las catalogaba mediante el uso de etiquetas para facilitar la tramitación de los cuerpos una vez finalizado el proceso.

El demótico, al igual que el griego, se empleaba como lengua vernácula, siendo utilizada como lenguaje escrito en los monumentos conmemorativos funerarios tales como estelas, sepulcros…

Los griegos y romanos afincados en tierras egipcias incorporan las creencias ritualistas de los antiguos egipcios a sus vidas, identificando a Sérapis como un dios vinculante entre las culturas griega y egipcia y convirtiéndose además en patrón de la ciudad de Alejandría gracias al rey ptolemaico Ptolomeo I Sóter (304 a.C. - 285 a.C.).

Los matrimonios consanguíneos eran habituales entre la población, siguiendo los preceptos de las divinidades; las uniones entre familiares estaban moralmente aceptadas, lo que ayudaba a evitar la repartición del capital.

En 1888 el egiptólogo y arqueólogo Flinders Petrie realizó un espectacular hallazgo arqueológico mientras excavaba la ciudad de Hawara, situada cerca de la región de El Fayum. Sin signos de allanamiento o irrupción por parte de los saqueadores, los ataúdes y las momias descubiertas poseían semejanzas sanguíneas, lo que le indicó que todas ellas pertenecían a una misma familia fallecida en diversas generaciones. Las momias habían sido sepultadas tanto en la árida arena del desierto como agrupadas en montones, colocándolas unas encima de otras cubiertas por sepulturas sencillas fabricadas en ladrillo.

Un estudio más profundo del yacimiento demostró que las piezas habían sido dañadas por el agua y carcomidas por los roedores, incluso sufrieron las pintadas de unos niños.

En Roma, los propios ciudadanos romanos rendían culto a sus ancestros en una estancia dedicada a la preservación de los retratos pintados, así como de los bustos esculpidos en cera o mármol. Petrie planteó la hipótesis de que los ciudadanos asentados en Egipto pudieran seguir este mismo patrón de conducta, por lo que el culto a los muertos pudo ser preservado en el atrio (atrium) de la casa. Esta teoría se sostuvo gracias a antiguos testimonios en los que se expone la idea de que los muertos también solían participar en importantes banquetes. De ahí que la necesidad de espacio llevase a un heredero a dar entierro a sus familiares y por ello estuviesen todos agrupados en una misma sepultura.

Las obras pictóricas del Más Allá.

La evolución del retrato pictórico funerario había logrado alcanzar tal clímax de realismo que no volvería a ser emulado hasta el período Renacentista. Es por ello por lo que sus expresivas miradas nos motivan. Ojos nostálgicos, labios sellados y rostros apenas expresivos son la muestra de un arte evolutivo muy diferente al empleado por los antiguos egipcios, y sin embargo sumamente extendido en el siglo V en la Grecia clásica y en el período greco-romano.

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Retrato de un joven incluido en el interior de sus vendajes. Esta momia fue descubierta por Flinders Petrie en 1911. Actualmente es propiedad del Museo Metropolitano de Arte en Nueva York (Metropolitan Museum of Art in New York) . Fuente: Wikipedia.

Conjeturando, es muy probable que la mayor parte de estas obras pictóricas funerarias, hoy en día preservadas en el Museo Británico (British Museum), el Museo Real de Escocia (Royal Museum of Scotland), el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York (Metropolitan Museum of Art in New York) y por último el Museo Louvre en París, hubiesen sido realizadas durante la vida del modelo expuesto, pero no deja de ser una hipótesis sin confirmar, ya que los profesionales del sector las estudian fueran de su contexto arqueológico, lo que dificulta en gran medida su significado y por tanto las interpretaciones sociales e históricas que van unidas a ellas.

BIBLIOGRAFÍA:

- Biografías y Vidas: (2004- 2016). Alejandro Magno. Biografías y Vidas: (2004- 2016). Alejandro Magno.
- Hodge,S.: (2009) Arte Egipcio. 1ª ed. España: Lisma.
- Jaubert, A.: (1997). Cortometraje «L'Européenne» Portrait du Fayoum. Francia: Musée du Louvre.
- National Geographic: (2013). Los primeros faraones. España: RBA.
- Paolo Lovari, L.: (2016). Kemet – Storia Dell'Antico Egitto. Italia: Harmakis Edizioni.
- Wikipedia: Vaso canopo. Wikipedia: Vaso canopo
- Wikipedia: Retratos de El Fayum. Wikipedia: Retratos de El Fayum
- Wikipedia: Fayum mummy portraits Wikipedia: Fayum mummy portraits

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