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El microrrelato del día. Eva, Marie y yo.
El microrrelato del día. Eva, Marie y yo.
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Akasha_Valentine
Regidor Vampírico
Registrado: Mié Mar 21, 2007 12:17 pm
Mensajes: 4640
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  Título Original: Eva, Marie y yo © 2014
Autor: Akasha Valentine.
Género: Microrrelato/Contemporáneo/Historias de la vida.
Idioma: Castellano.
Volumen: Único.
Ilustrador: Akasha Valentine - 2014.
Corrector: José Antonio.
Editor: Akasha Valentine.
Fecha de publicación: 02/01/2014.
EVA, MARIE Y YO POR AKASHA VALENTINE.
Esperaba con impaciencia a que las manecillas del reloj dieran la hora acordada en la que Eva, Marie y yo subiríamos a la buhardilla para refugiarnos de los altibajos que uno sufre durante las horas que conforman el día. Mi mujer Marie, tras una larga jornada laboral en nuestro hogar, dejaba reposar en el horno el asado, tomaba en brazos a la pequeña Eva, que con entusiasmo recibía los arrumacos de su ama, y ansiosa esperaba ser llevada a las alturas para divisar lo que otros gatos desde las ventanas de sus frías casas sólo pueden llegar a soñar.
Colgaba mi abrigo en el perchero, mi sombrero lo dejaba en el ropero, mi bufanda enrollada sobre el abrigo y los zapatos tomaban el aire en el alfeizar de la ventana de la entrada. Corría tras ellas, animándolas a darse prisa, a no detenerse en pequeños detalles que sin importancia alguna robarían de nuestros bolsillos los valiosos segundos que de verdad merecían ser retenidos entre los vestidos y pantalones de la época.
Mi mano sujetaba la de Marie, mi corazón latía con fervor por ellas cuando mis ojos se posaban para mirarlas y ser consciente de lo afortunado que era de tenerlas a mi lado.
Los tacones que tanto le gustaban a mi mujer sonaban y resonaban en el suelo y las escaleras, un ritmo que nos animaba a darnos premura para alcanzar el cielo que sobre nuestras cabezas se alzaba cuando salíamos a leer al amparo de los tejados de Madrid. Ayudé a Marie a subirse a la escalera, mientras mis manos seguían sosteniendo a la pequeña Eva que, agitada por la emoción, quería ascender antes que nosotros para ver ese mundo que tanto le fascinaba.
Una vez sentados sobre las tejas mi mujer tomaba el libro que la noche anterior habíamos cerrado para seguir leyéndolo al día siguiente. Mi brazo la rodeaba para protegerla, mis piernas servían de cama para Eva, mi pequeña, y así pasábamos los días sin perder la ilusión de ser las personas más afortunadas del planeta.
Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley, y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright._________________ Mi novela "Cartas a mi ciudad de Nashville" disponible en la web y en blog. Todos los derechos reservados © 2014-2021.
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| Dom Feb 09, 2014 6:08 pm |
 
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